Totalmente equivocado. La educación ha de empezar el primer día que el cachorro entra en nuestra vida. Educación significa prepararlo para la convivencia con nosotros y con la sociedad.
El perro tiene que conocer las reglas de la convivencia. Tiene que saber, lo que esperamos de él, lo que está permitido y prohibido.
Con ocho meses empezaríamos la educación justamente cuando las hormonas – a causa de la pubertad – convierten a nuestra mascota en un ser revoltoso (igual que las personas.)
Además, los perros padres empiezan con la educación de su prole cuando los peques tienen alrededor de 8 semanas de edad: corrigen comportamiento de ellos, interrumpen comportamiento de ellos, les ponen límites. Pero, muy importante: siempre despues de una corrección dan señales de calma, hacen enseguida las paces. No son rencorosos. Les importa un buen ambiente en la convivencia.
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