¡Totalmente equivocado!
La educación ha de empezar el primer día que el cachorro entra en nuestra vida. Educación significa prepararlo para la convivencia con nosotros y con la sociedad. El perro tiene que conocer las reglas de la convivencia. Tiene que saber, lo que esperamos de él, lo que está permitido y prohibido. Con ocho meses empezaríamos la educación justamente cuando las hormonas - a causa de la pubertad - convierten a nuestra mascota en un ser revoltoso (igual que las personas.)
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